SWM HOKU 125, PROBAMOS UNA 'STREETFIGHTER' DE INICIACIóN CON ESTILO

La moto de la marca italo-china cuenta con componentes de calidad, un diseño atractivo y un precio que es un imán.

Acceder al segmento de las motos de 125 cm3 tanto para los jóvenes usuarios como para todos aquellos que lleguen desde el mundo del automóvil y necesiten una máquina de dos ruedas para sus desplazamientos diarios puede abordarse de diferentes modos.

Lo más habitual (ahí están las cifras de ventas) es optar por un práctico scooter, ya sea en sus versiones de rueda alta o en formato GT. Sin embargo, otros clientes optan por motos de marchas, ya sean carenadas, naked, con estética campera o pequeñas 'streetfigher' como el caso que nos ocupa aquí. La que estás viendo es la SWM Hoku 125, una opción muy interesante por la calidad de los componentes, lo atractivo del diseño o su precio realmente ajustado.

Si pintas canas, es probable que recuerdes la marca italiana SWM del mundo del offroad. En las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, sus motos de enduro y trial cosecharon varios títulos mundiales. Después de varias idas y venidas, la marca cesó su producción en 1987. Y pasaron los años hasta 2014, justo 30 años después del cierre de SWM, cuando Ampelio Macchi, ex ingeniero de Cagiva, Aprilia o Husqvarna y el grupo chino Gong materializaron en el Salón de Milán su proyecto de la nueva etapa de Speedy Working Motors (SWM).

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Pero eso es parte de la historia de la marca y ahora, en el presente, su filosofía de producto ha encaminado su oferta comercial por otros derroteros. Un buen ejemplo es la Hoku 125, que hace las veces de modelo de acceso a la gama. Una naked deportiva, de impecable factura, que recurre a proveedores de calidad (Kayaba, Brembo, Michelin...) y que se ensambla en Varese (Italia). Todo, por un precio de derribo que facilita bastante su elección frente al resto de modelos de la categoría.

En el plano estético, la Hoku 125 presenta una 'desnudez' elegante, dejando al descubierto su chasis tubular en color negro, combinado con elementos más modernos como el faro de LED o los intermitentes dinámicos de diodos luminosos. La ausencia de cúpula refuerza esa sensación a medio camino entre naked y streetfighter ciudadana, aunque la gran pantalla para la instrumentación de TFT y 7 pulgadas de tamaño, podría recordar vagamente las formas de una minicúpula. Por cierto, esa pantalla tiene función 'mirror screen' para conectar (bluetooth) nuestro teléfono móvil y aprovechar su funcionalidad, además de un USB para alimentarlo mientras conduces.

Respecto a las dimensiones de la moto italiana, la longitud es de 2.045 mm, por 840 mm de ancho y 1.060 mm de altura. La altura del asiento se sitúa a 790 mm del suelo, con una distancia entre ejes de 1.360 mm, lo que confirma el tamaño compacto de la moto, algo fundamental para moverse con agilidad por el tráfico de la ciudad. El otro aspecto determinante es el peso y sus 146 kilos confirman a la Hoku 125 como un modelo ligero y ágil. Por último, el depósito de combustible tiene una capacidad de 13 litros, así que las visitas al surtidor no serán tan frecuentes como pudieras pensar.

Si pasamos a la parte ciclo, como decíamos, el bastidor Multitubular en acero cuenta con subchasis trasero desmontable y basculante en aluminio. Por su parte, la suspensión delantera está encomendada a una horquilla invertida Kayaba con barras de 41 mm, mientras que la trasera está compuesta por un monoamortiguador Kayaba con funcionamiento progresivo Soft Damp.

En el apartado de frenos, el delantero lleva un disco de 300 mm con pinza flotante y sistema antibloqueo de frenos ABS. El trasero es un disco de 220 mm con pinza flotante. Asimismo,  el neumático delantero, en medidas 110/70-17, son Michelin Pilot Street, con el trasero, en medida 140/70-17.

Llegamos al otro plato fuerte de este tipo de motos de pequeña cilindrada. Y ese no es otro que el propulsor. En este caso es un monocilíndrico de cuatro tiempos, con refrigeración líquida, doble árbol de levas DOHC, cuatro válvulas y un diámetro x carrera de 58x47,2 mm. La inyección electrónica de combustible Delphi, el embargue multidisco bañado en aceite, con caja de cambios de seis velocidades y una cilindrada de 124,7 cm3 se encargan de entregar una potencia máxima de 15 CV a 9.500 rpm y un par motor máximo de 11 Nm a 8.000 vueltas.

Repasados los datos técnicos, toca hablar de cómo va esta pequeña 'guerrera'. Lo primero que llama la atención es su cómodo puesto de conducción, no tan 'agresivo' como pudiera parecer su aspecto deportivo. Eso invita a usar la Hoku 125 con frecuencia, ya que su altura reducida a suelo también refuerza esa falsa sensación de seguridad, especialmente en los pilotos de menor altura. Una vez puesto en marcha el motor, el sonido del mismo no enamora (como suele pasar en el 99% de los rivales de la categoría), pero eso no es un inconveniente, al menos no determinante.

El motor empuja dentro de los márgenes esperados, sube de vueltas con cierta alegría y la caja de cambios está bien escalonada... aunque la sincronización no es su fuerte, especialmente para seleccionar el punto muerto en algunas situaciones (al menos con nuestra unidad de pruebas). Es cierto que la velocidad punta no llega a la de algunas de sus rivales directas, pero mantener velocidades de crucero de 90-100 km/h por el extraradio no es una misión imposible.

El otro aspecto determinante es el del consumo. Con unas cifras que oscilan entre los 2,7 y los 2,9 litros cada 100 km, la autonomía máxima supera los 400 km con holgura, algo que redunda directamente en la economía de uso de este modelo. Te costará pasar por la gasolinera con asiduidad, salvo que vayas todos los días 'a puño' en tus trayectos; en ese caso, la autonomía se reduce considerablemente.

Como habrás podido adivinar, la funcionalidad de la Hoku 125 no es su mejor argumento, ya que bajo el asiento apenas tenemos un hueco para guardar la documentación y poco más. En este caso, la presencia de un puerto USB en el 'cockpit' delantero son el único gadget que podrán disfrutar aquellos clientes que opten por esta SWM.

En definitiva, un modelo básico, de aquellos mal llamados de acceso, ya que en este caso, la calidad de los componentes del conjunto hacen de la Hoku una moto interesante, equilibrada y muy coherente tanto si empiezas en el mundo de la moto o si eres un conductor de automóvil que necesita una herramienta para su transporte diario por la ciudad... sin renunciar a un diseño con mucho estilo.

Y todo esto por un precio desde 3.287 euros, que incluye los gastos de matriculación, además de un año de seguro gratis para clientes con más de 21 años. Sin duda, por este precio y viendo la calidad de los componentes empleados, pocos rivales pueden igualarse. Ahora, eres tú el que debe decidir si las líneas de la Hoku 125 te seducen tanto como para que sea tu próxima montura. ¿Te animas?

*Nuestro agradecimiento a Acerbis por la cesión del equipamiento de moto empleado en esta prueba, compuesto por el casco KRAPON 22-06 HELMET, la chaqueta CE X-TRAIL JACKET y los guantes CE RAMSEY LEATHER 2.0 GLOVES.

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