TODOS QUIEREN A NEWEY, ¿PERO QUé ES LO QUE QUIERE éL?

Newey agita el mercado de la Fórmula 1 más que un piloto de primera. El "genio" no habla, pero despierta la imaginación de los conocedores del paddock y de los aficionados. No se ha expresado públicamente, pero habría hecho saber que ya no quiere seguir en Red Bull Racing, aunque tiene contrato en vigor hasta finales de 2025. La salida de Milton Keynes, según los rumores, se prevé temprana.

La relación de confianza con Christian Horner, el jefe al que ha estado indisolublemente unido desde el primer día del nacimiento del equipo Red Bull en 2006, se ha roto. No es tanto el escándalo que ha sacudido a Horner desde dentro a la escudería dominadora de la F1 lo que ha creado los desencuentros, como las nuevas relaciones de poder que están cambiando el mapa de una estructura que hasta anteayer parecía monolítica.

Max Verstappen, Red Bull Racing RB20

Foto de: Andy Hone / Motorsport Images

Horner, con una extraordinaria capacidad para controlar los nervios, ganó la lucha de poder con los 'austriacos': el director del equipo encontró el apoyo de Chalerm Yoovidhya, propietario del 51% de Red Bull GmbH, en el tira y afloja con el hijo de Dietrich Mateschitz, Helmut Mark, Oliver Mintzlaff y el otro CEO, Franz Watzlawick.

El que más polémica ha levantado ha sido Jos Verstappen en abierta hostilidad hacia Horner, amenazando con llevarse a Max a otra parte y siendo visto públicamente charlando con Toto Wolff, pero incluso el piloto neerlandés se ha blindado recientemente. En definitiva, Horner ha conseguido construir un milagroso equilibrio precario.

Max Verstappen, Red Bull Racing

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

Y, quizás, el director británico no esperaba que el punto de ruptura viniera desde Adrian Newey. En Yeda, Horner había lanzado un mensaje contundente que parecía destinado a Max y que, en cambio, probablemente también tenía otro destinatario...

"El equipo es lo primero, si no hay una armonía absoluta no consigues el rendimiento que estamos consiguiendo. Pero si hay alguien que no quiere seguir formando parte del equipo desde luego no obligamos a la gente a seguir con nosotros. Las personas que están aquí quieren estarlo y sienten pasión por lo que hacen. Eso es lo que nos permite ofrecer resultados excepcionales, ese es el ADN de Red Bull Racing, y creo que eso continuará con el tiempo. Han sido 20 años y continuaremos durante los próximos 20".

Un mensaje claro que debió de abrir una brecha en el vínculo con Newey. Y, entonces, afloran las dudas: al 'genio' no le gusta el reglamento de 2026, desequilibrado hacia la nueva unidad de potencia y demasiado blindado en términos aerodinámicos.

Si a todo esto le sumamos que el motor de Red Bull Powertrains, que debería debutar con los nuevos monoplazas, no parece estar dando resultados alentadores, deja claro el escenario de un Newey dispuesto a dar un paso atrás, sin ganas de revivir el inicio de la era turbo-híbrida en 2014, cuando la escudería de Milton Keynes sufrió con una inadecuada unidad de potencia Renault.

Pierre Wache, director técnico de Red Bull

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

No solo eso, sino que dar a Newey todo el mérito de los éxitos puede haber molestado a otros miembros del equipo técnico, empezando por el director técnico, Pierre Waché. El francés (contactado por Maranello) ha recibido, al igual que el jefe de aerodinámica, Enrico Balbo, las "recompensas" de quedarse. Con la eventual salida de Newey, tendrán que demostrar que serán capaces de prolongar el ciclo ganador incluso sin él: han aceptado el reto, confiando en que hay muchos profesionales maduros en el equipo.

¿Qué hará Newey? Lo persiguen Aston Martin, Ferrari e incluso Mercedes. El inglés tendrá contacto con la cúpula del equipo de Brackley después del Gran Premio de Miami, señal de que aún no ha firmado con nadie.

Es cierto que busca en Italia un lugar para sus coches históricos, como también lo es que le gustaría trasladar su barco a uno de los puertos del país, pero eso no significa que haya elegido la escudería del Cavallino Rampante, dado que sus visitas al Bel Paese ya han sido frecuentes en los últimos tiempos.

Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing

Foto de: John Toscano / Motorsport Images

La situación es mucho más compleja: Newey no tiene intención de asumir el papel de director técnico de un equipo, y sólo aceptaría un puesto de asesor, sin obligación de estar presente en todos los Grandes Premios. Por otro lado, también podría verse tentado a dejarlo a los 66 años si no encuentra las condiciones más propicias para continuar.

Aston Martin ha puesto sobre la mesa una oferta de 100 millones de dólares en cuatro años, una cifra de piloto top. ¿Está dispuesto Newey a comprometerse con un nuevo ciclo tan largo, hasta los 70 años? Esa podría ser la motivación para decir que no a Lawrence Stroll, aunque el reto de llevar a la victoria a la prestigiosa marca británica lo atraería.

Ferrari también lo contrataría a media jornada: alejarlo de Red Bull y confiar en sus ingeniosas ideas es muy atractivo. También podría trabajar a distancia (ya lo hace con el equipo de Milton Keynes cuando se refugia en su casa sudafricana) encontrando un equilibrio con el personal de Enrico Cardile. La partida está abierta, muy abierta, pero lejos de decidirse. Y podríamos esperar sorpresas...

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