DE MADRID A LE MANS (Y VUELTA) AL VOLANTE DE DOS PEUGEOT 508 PHEV

Nada mejor que 2.600 km de conducción para descubrir cómo se comportan los Peugeot 508 PSE y 508 SW Hybrid, ambos híbridos enchufables.

Acudir a las 24 Horas de Le Mans, la madre de todas las carreras, siempre es algo especial. Y si para la ocasión hay 23 Hypercars en pista, podríamos estar hablando de una de las mejores ediciones en la historia.

Pero también, ir a Le Mans es algo que no sucede muy a menudo; incluso para periodistas de motor como nosotros: en 17 años de profesión, apenas he tenido la oportunidad de cubrirlas en un par de ocasiones (2022 y 2024). De ahí que, cuando Peugeot nos ofreció la posibilidad de seguir de cerca las aventuras del 9X8 en La Sarthe, tardé poco en aceptar.

Pero todavía quedaba la mejor parte. O al menos, la menos habitual: llegar hasta Le Mans por carretera, en 'tripulaciones' de tres 'pilotos' (como en la carrera), conduciendo dos híbridos enchufables de la marca: el Peugeot 508 SW Hybrid y el Peugeot 508 PSE. Un auténtico plan sin fisuras, de ida y vuelta, con unos 2.600 km de distancia y unos 170 euros en peajes. Casi nada...

Así fue el viaje a Le Mans

Sobre las evoluciones de la carrera, ya te contamos cómo le fue al Peugeot 9X8: no bastante bien, pero en el equipo confían en solventar los problemas de ritmo de un coche prácticamente nuevo, que demostró fiabilidad y en el que confían de cara a volver más fuertes en 2025.

Así que centrémonos en el viaje, que arrancó en Madrid el miércoles previo a la carrera, para llegar al circuito el jueves, previo paso por San Sebastián, para vivir en directo los últimos entrenamientos y la Hyperpole.

Sin duda, el plan perfecto para tener un viernes de relativa calma, en el que recolectar 'declas' de pilotos Peugeot o del director de Stellantis Motorsport, pero también de personalidades como Matthias Hossann, director de diseño de Peugeot, o de Miguel Molina, el piloto español más destacado de esta edición, que tocó el cielo con su victoria en el Ferrari 499P #50 junto a Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen.

Y después de todo eso, a vivir la locura del parade, en el corazón de la ciudad de Le Mans. Un desfile en el que los pilotos disfrutan, a bordo de coches deportivos y clásicos, de la marea humana que desborda las calles de la villa francesa.

Peugeot 508 PSE y 508 SW Hybrid, prueba hasta Le Mans

Pero volvamos al viaje. En mi caso, la experiencia arrancó en el Centro de Stellantis en Madrid, en un Peugeot 508 SW Hybrid, o lo que es lo mismo, una berlina familiar e híbrida enchufable, con 225 CV de potencia y unos 62 km de autonomía eléctrica.

Un 'wagon' al uso que, con sus 530 litros de maletero y un espacio correcto en las plazas traseras, nos permitió llegar a San Sebastián como nuevos y con un consumo medio real de 7,8 litros. Un buen dato para un recorrido de 453 km con orografía poco favorable, en el que el 508 consumió rápido la energía de la batería.

Algo que solucionamos conectando el coche a un un enchufe normal en el hotel y que nos permitió salir a la segunda jornada con la batería llena. Y ya con menos desnivel a superar, el consumo se estabilizó en unos buenos 6,3 litros cada 100 km en el total del viaje.

Un buen dato para una berlina que hace del confort uno de sus principales argumentos, aunque sin descuidar la puesta a punto del chasis: es cierto, en líneas generales la suspensión y el tacto de la dirección no son tan firmes como en el PSE. Pero la verdad es que el agrado de conducción del 508 SW Hybrid es bastante elevado. Y sus prestaciones, con 240 km/h de velocidad punta y 8 segundos en el 0 a 100, redondean el conjunto.

Y así, tras varios días moviéndonos entre el hotel en el que dormíamos, el circuito y la ciudad de Le Mans, así como algunas 'excursiones' a las curvas de Indianápolis o Le Mans, el domingo tras la carrera llegó el momento de la vuelta a casa. En este caso, y bajo una lluvia torrencial en algunas zonas, con el Peugeot 508 PSE.

Hablamos de una berlina de enfoque más deportivo, con mejores prestaciones y más potencia, que también recibe la puesta a punto de PSE (o lo que es lo mismo, Peugeot Sport Engineered).

Un modelo con 360 CV de potencia combinada y 520 Nm de par máximo, el Peugeot de calle más potente hasta la fecha, gracias al hecho de combinar un motor 1.6 turbo de gasolina de 200 CV y dos unidades eléctricas, una en cada eje, la delantera de 110 CV y la trasera de 113. Y así, se consigue contar con tracción total sin conexión física entre ejes. Todo, gestionado mediante la transmisión automática con embrague multidisco e-EAT 8, de ocho relaciones.

Tal vez por eso, por garantizar las cuatro ruedas motrices y las mejores prestaciones, la gestión de la batería de 11,5 kWh de capacidad en el modo Híbrido es distinta en el PSE, ya que tiende a conservar energía en todo momento. Y todo, para arrojar un consumo en el entorno de los 7,4 litros cada 100 km, con una única carga de batería en 2.600 km. Nada mal...

Entre los detalles a destacar, me quedaría con los elementos aerodinámicos exclusivos que se aprecian en la parte final de los paragolpes delanteros y traseros, así como las llantas de aleación de 20 pulgadas, con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, las inserciones en color negro y verde Kriptonita, las ventanillas sin marco o el difusor trasero con doble salida de escape.

Por dentro, es un coche cómodo en sus plazas delanteras, con unos excelentes asientos deportivos y eléctricos, con función de masaje y certificación AGR, y con el puesto de conducción i-Cockpit, de volante pequeño e instrumentación elevada, al que personalmente ya me acostumbré hace algún tiempo. ¿Punto a favor del interior? Los accesos directos a las principales funciones, justo debajo de la pantalla táctil central del sistema multimedia.

Respecto a los modos de conducción, al igual que el SW, cuenta con el programa B en el selector del cambio, para aumentar la regeneración, al mismo tiempo que se puede reservar o reabastecer en marcha (mediante regeneración y empleo del motor de gasolina) la autonomía eléctrica que creamos necesaria. ¿Programas de conducción al uso? Se puede elegir entre los denominados Electric (con una velocidad máxima de 140 km/h), Confort, Hybrid, Sport y 4WD.

¿Cosas a mejorar? Bajo mi punto de vista, el mando para manejar el control de velocidad de crucero ya se ve un poco anticuado (pero hay que mantenerlo, por el pequeño tamaño del volante) y no poder gestionar la regeneración en distintas intensidades también es algo que no me termina de convencer. Dicho esto, tal vez, también se agradecerían unos centímetros extra en las plazas traseras

Pero pasemos a la puesta a punto específica de este 508 PSE, que comienza con una dirección más firme y un cambio que funciona de manera bastante rápida y eficaz, ofreciendo la posibilidad de gestionarlo de modo manual-secuencial a través de las levas tras el volante.

Más cambios los encontramos en la suspensión adaptativa o en el equipo de frenos, con discos flotantes y ventilados en el eje delantero, de nada menos que 380 mm.

En resumen, elementos que hacen del 508 PSE una opción bastante dinámica, sin necesidad de recurrir a un conjunto firme en exceso. Un coche rápido y que transmite gran sensación de aplomo (cuenta con vías ensanchadas), perfecto para viajar, pero también, para enfrentarse a un tramo de curvas. Y todo, con un peso en vacío de 1.875 kilos, que parece no afectarle en exceso, a la vista de su agilidad.

Y por último, ¿prestaciones? Pues en este caso, ya empiezan a ser palabras mayores para una berlina PHEV de una marca generalista, al alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada) y acelerar de 0 a 100 en 5,2 segundos. Nada mal...

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