Puede que le falte algo de chispa, es decir, una estética que actúe sobre el corazón, pero más allá de esa puntualización, sólo puedo decir cosas positivas sobre el Skoda Scala. El compacto checo, recientemente renovado, lo tiene muy difícil con dos SUV tan destacados como el Kamiq y el Karoq, si bien el que lo elija no va a quedar defraudado.
Es más, te aseguro que, día a día, vas a ir disfrutando cada vez más de su espacio interior, su gran maletero, su solvente tacto de conducción y su buena carga tecnológica. Es de esos coches que te ayudan en la ciudad como a la hora de viajar. Lástima que la plataforma MQB A0 impida comercializarlo con versiones de hibridación ligera y la etiqueta Eco.
Quizá Skoda podría haber arriesgado algo más en el restyling estético de este vehículo, con 4,36 metros de longitud, para que llamara más la atención. Cierto es que los renovados paragolpes, sobre todo el delantero, le confieren un aspecto algo más deportivo, pero no hay un punto y aparte respecto a su antecesor.
Como es habitual en una actualización de este tipo, han cambiado la parrilla, los faros y pilotos, así como las llantas y los colores exteriores. Además, ahora aparece la inscripción Skoda sobre el portón trasero acristalado, el elemento más singular del conjunto bajo mi parecer.
El acabado Design, situado justo por debajo del Monte Carlo (el tope de gama), incorpora llantas de aleación de 17 pulgadas de serie, pero nuestra unidad de pruebas llevaba el juego opcional Fornax, de 18, que valen 500 euros y son bastante elegantes. Por 880 euros, puedes equipar los faros Matrix LED, que antes no estaban disponibles.
Lateral Skoda Scala Design 150 CV
Faro Skoda Scala Design 150 CV
Inscripción Skoda Scala Design 150 CV
Si te gustan las pantallas grandes, te toca pasar por caja y pagar 847 euros por la instrumentación digital de 10,25 pulgadas y el monitor central (que estrena gráficos) de 9,2. Las de serie miden 8 y 8,25 pulgadas, respectivamente.
Me gustan los asientos delanteros deportivos, con los reposacabezas integrados, que están bien trabajados desde los puntos de vista de la ergonomía y la sujeción. También las inserciones de color rojo y el tapizado interior en negro otorgan un punto extra de deportividad. Por su parte, el recubrimiento del Alcantara situado delante del acompañante aporta mayor calidad percibida.
Interior Skoda Scala Design 150 CV
Asientos deportivos Skoda Scala Design 150 CV
Freno por palanca Skoda Scala Design 150 CV
Eso sí, hay algunos materiales de tacto duro tanto en las puertas como en parte del salpicadero que puede que no soporten excesivamente bien el paso del tiempo. Un punto curioso es el freno de estacionamiento por palanca, que a mí no me produce ningún rechazo.
Cabe destacar que el climatizador se gobierna mediante mandos convencionales, incluyendo la regulación del caudal del aire, que antes se hacía mediante la pantalla central. Y no me quiero olvidar de las soluciones Simply Clever: rasqueta, paraguas, bolsillos extra...
Paraguas Skoda Scala Design 150 CV
Rasqueta Skoda Scala Design 150 CV
Bolsillo extra Skoda Scala Design 150 CV
Como ya sabía, el Skoda Scala es un sensacional compacto por su espacio interior. Las dos plazas laterales traseras resultan más propias de un SUV o de una berlina, así que personas altas se pueden acomodar en ellas perfectamente. En cambio, el ocupante central tiene que contar con un túnel de transmisión voluminoso y una plaza más estrecha, algo habitual. Detrás, no hay un climatizador propio sino salidas de aire.
¡Y qué decir del maletero! Los 467 litros te van a dar la opción de viajar con toda la familia sin ningún problema. Eso sí, no hay una superficie de carga plana al abatir los asientos traseros.
Plazas traseras Skoda Scala Design 150 CV
Maletero Skoda Scala Design 150 CV
El Scala está disponible con tres motores de gasolina TSI con 95, 116 y 150 CV. El más potente es el único bloque de cuatro cilindros y, la verdad, continúa rindiendo maravillosamente bien. Con él, el coche marca un 0 a 100 en 8,2 segundos y 221 km/h, así que no te faltará fuerza mecánica para cualquier viaje.
Este propulsor de 1,5 litros también ofrece una suavidad manifiesta a cualquier régimen (llega hasta las 6.000 vueltas) y un bonito sonido conforme nos acercamos a la zona roja. Igualmente elogiable es el cambio manual de seis marchas, con un tacto exquisito, que lleva el motor bastante desahogado a 120 km/h (a poco más de 2.000 vueltas) y eso repercute positivamente en el consumo.
Precisamente, quería destacar el gasto, pues en ocasiones nos hemos movido en cifras por debajo de los 6 litros sin emplear el programa de conducción Eco. Eso significa que, gracias a un depósito de 50 litros, disponemos de más de 800 km reales antes de volver a repostar. No, no estamos hablando de un diésel TDI...
Motor TSI Skoda Scala Design 150 CV
Estable, cómodo y fácil de conducir. Esas son las cualidades del Skoda Scala en términos dinámicos. Una configuración óptima para la mayor parte de los clientes. En mi caso, me gusta que la dirección disponga de una menor asistencia opcional, que se puede seleccionar a través del programa Individual.
El representante checo no alcanza el nivel de eficacia de su 'primo', el SEAT León, pero lo hace perfectamente bien en curvas y resulta sencillo trazar una trayectoria y que el coche la siga sin dificultades, fruto de un peso contenido. Además, está correctamente aislado de ruidos aerodinámicos, algo que agradecerás al pasar mucho tiempo en él.
En ciudad, y sobre todo a la hora de aparcar, me ha parecido mejorable el tamaño pequeño de la imagen que ofrece la cámara trasera de asistencia al aparcamiento, pues no ocupa toda la pantalla y quizá algunos obstáculos, lo más pequeños, no se perciban bien.
Frontal Skoda Scala Design 150 CV
Trasera Skoda Scala Design 150 CV
El acabado Design incluye faros LED, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto, sensores de alumbrado y lluvia, climatizador automático bizona, acceso y arranque sin llave, control de presión de los neumáticos, aviso por fatiga del conductor y alerta por cambio involuntario de carril, entre otros elementos.
La tarifa de uno de los Scala más exclusivos está por debajo de la barrera de los 30.000 euros. En concreto, hay que pagar por él 29.325 euros, sin contar la pintura ni otros extras que quieras añadir. ¿No sólo miras SUV y te interesa un coche compacto por fuera y amplio por dentro? Apunta este coche en tu lista.
Skoda Scala Design TSI 150 CV | |
Motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 1.498 cm³ |
Potencia | 150 CV entre 5.000 y 6.000 rpm |
Par máximo | 250 Nm entre 1.500 y 3.500 rpm |
Caja de cambios | Manual, 6 velocidades |
0-100 km/h | 8,2 s |
Velocidad máxima | 221 km/h |
Consumo | 5,4 l/100 km |
Tracción | Delantera |
Longitud | 4,36 m |
Anchura | 1,79 m |
Altura | 1,47 m |
Peso en vacío | 1.185 kg |
Número de asientos | 5 |
Capacidad del maletero | 467 l |
Precio base | 29.325 euros |