RENAULT SUPERCINCO (1984-1996): ¿CLáSICO DEL FUTURO?

Todos estamos pendiente del R5 eléctrico, pero el Supercinco ha cumplido 40 años.

El nuevo R5 eléctrico está dando que hablar por su estética vintage, basada en el modelo original de 1972, aunque también presenta rasgos del Supercinco. Precisamente en este artículo queremos conocer más de cerca esa segunda generación, que en 2024 cumple 40 años. 

Situémonos en 1984. El Renault 5 ya llevaba 12 años en el mercado y superaba los cinco millones de ventas, pero la competencia no dormía: la segunda generación del Volkswagen Polo apareció en 1981, el Opel Corsa surgió en 1982 y, finalmente, el nuevo Peugeot 205 y el Fiat Uno, en 1983. Renault tenía que actuar y creó el Supercinco, que se presentó con pomposidad en el Salón de París de 1984. 

Nueva tecnología con un aspecto familiar

Estéticamente, el coche se basaba en gran medida en su predecesor. De hecho, el diseñador Marcello Gandini admitió abiertamente que no encontró una fisonomía mejor que la del R5 original. 

Las cotas aumentaron notablemente, hasta 8,5 cm la longitud (3,59 metros) y 3,5 la anchura (1,58). Incluso hubo una versión de cuatro puertas, con otros 6 cm extra de longitud, hasta los 3,65 metros. 

Renault Supercinco (delante) y el R5 original

La parte 'interna' del Supercinco sí era muy diferente. La plataforma se tomó del Renault 9, así que los motores iban dispuestos transversalmente, para mejorar el espacio interior. El chasis también se rediseñó, con montantes McPherson en el eje delantero y barras de torsión traseras.  

La gama mecánica inicial era significativamente más amplia que la de su predecesor. Además del motor de 1 litro y 41 CV, había otro de 1,1 litros y 45 CV, más un 1.4 de 59 y 71 CV. Estos propulsores no eran nuevos, sino que se trataba de los Cléon-Fonte, que se consideraban indestructibles.

Renault Supercinco GT Turbo

Aunque, en verdad, sí hubo un nuevo motor, el del Supercinco GT Turbo. Este bloque turboalimentado de 1,4 litros y 115 CV (120 en el Fase 2) lograba que esta versión deportiva acelerara de 0 a 100 en 8 segundos y alcanzara los 200 km/h. 

Renault Supercinco Cabrio de EBS

En 1986 se lanzaron las primeras variantes con catalizadores de tres vías controlados por lambda de acuerdo con la normativa estadounidense, lo último en depuración de gases de escape en aquella época. Renault asumía así un papel pionero en todo el mercado. 

Ese mismo año, el diésel se hizo un hueco bajo el capó del Supercinco con las versiones TD (tres puertas) y GTD (cuatro puertas). Ese motor cubicaba 1,6 litros y rendía 55 CV. Esta versión del modelo francés declaraba un consumo de apenas 5,1 litros cada 100 km. 

Clio y Twingo como herederos

Gracias a su exitosa base técnica y a las cuidadosas actualizaciones, el Renault Supercinco se mantuvo a la vanguardia hasta el final de su producción. En 1990, Renault lanzó el Clio como su sucesor designado. Sin embargo, este no fue el final del querido R5.

Renault Supercinco (1984-1996)

Tras la llegada del Twingo en 1993, el Supercinco aguantó unos pocos años más en diversos mercados, como el esloveno, hasta 1996. En total, se fabricaron unas 3,4 millones de unidades de este vehículo. 

Décadas más tarde, aún hay bastantes piezas de recambio y un considerable número de vehículos supervivientes. ¿Aumentarán los precios de este pequeño coche al rebufo de su sucesor eléctrico? Estaremos atentos.

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